La Hermandad del Santo Rosario Cantado
de Santa María La Real de La Almudena

A mediados del siglo XVIII se crea la Hermandad del Santo Rosario Cantado de Santa María la Real de la Almudena, la cual recoge la tradición del pueblo de Madrid que acudía a rezar el Santo Rosario al muro donde según la tradición apareció la imagen de la Virgen.

Desde entonces, la Hermandad se encargó del rezo del Rosario y canto de la Salve a la Virgen de la Almudena en la Cuesta de la Vega, así como de mantener encendidos los dos faroles que ardían al lado de dicha imagen.

La parte esencial de la Hermandad la formaba el coro de niños que se encargaba del canto del Rosario y de la Salve.

En 1887 Javier Puentes y Ponte, en su libro «El Renacimiento de la Almudena. Estudio-Crónica», recoge la actividad de esta Hermandad del siguiente modo:

«Desde hace algunos años, el 9 de Noviembre, la Hermandad del Santo Rosario baja procesionalmente a la Cuesta de la Vega, ante la Imagen de la Virgen, se canta la Salve por una gran orquesta, después de incensar la Imagen.
Asiste mucha gente con velas encendidas, guiadas por los ricos estandartes de las Cofradías y, algunos años, ha habido festejo popular y castillo de fuego de artificio, preparados por los mas célebres pirotécnicos».

La Hermandad se encargó de organizar la novena y los festejos del día 9 de noviembre hasta 1993, cuando al trasladarse la imagen de la Virgen de la Almudena a su nueva Catedral, el Cabildo catedralicio será en adelante quien se ocupe de la organización de la festividad.

En 1994 y 1995, viendo mermada considerablemente su actividad, se acuerda con la Real Esclavitud, no la fusión de ambas entidades, sino que la Real Esclavitud asumiese al Santo Rosario. De esta manera se mantenía la Congregación más antigua, la Real Esclavitud, y como una parte de ella, el Santo Rosario.