«La Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos es un momento importante de la vida de la Iglesia, en la que se nos pide tomar conciencia de que nuestra Iglesia vive en una situación de conversión, de llamada a madurar y crecer en esta unidad visible y plena, como el Señor quiso y rezó», ha explicado Jaime López Peñalba, director del Centro Ecuménico Julián García Hernando y profesor de la Universidad San Dámaso, en una entrevista en el Informativo Diocesano de TRECE.
En este sentido, ha subrayado que «todos los cristianos, Iglesias ortodoxas, comunidades protestantes y la Iglesia católica, están llamados a participar en esta semana, sobre todo a través de la oración». «hay un ecumenismo espiritual, del corazón, que es el alimento y el aliento de las demás tareas del movimiento ecuménico, y en esto necesitamos unirnos todos, obispos, sacerdotes, laicos, para aumentar en nuestro corazón el deseo de ser una Iglesia más santa y más parecida a lo que el Señor quiso».
Recogiendo la invitación del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y la Comisión Fe y Constitución del Consejo Mundial de Iglesias, un comité interconfesional con representantes de las distintas confesiones cristianas presentes en Madrid (anglicanos, evangélicos, protestantes, católicos-romanos y ortodoxos) ha preparado diversas celebraciones para la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, concluye este sábado, 25 de enero, con el lema «Nos mostraron una humanidad poco común» (Cf. Hch 28, 2).
Para López Peñalba, «el lema es muy bello» porque, «a través de esta situación que estamos viviendo, que es un signo de los tiempos para la Iglesia, podemos descubrir la voluntad de Dios, y también la llamada a la unidad, la atención a estos inmigrantes y a la crisis que estamos viviendo». «Unidos daríamos un testimonio mejor al mundo, seríamos un signo más visible, más claro, más fácil de entender para los que no creen, de la salvación que Dios ha traído en Jesucristo», ha aseverado.
El Papa Francisco y el ecumenismo
Los últimos Papas, según ha subrayado, «han sido muy sensibles a este movimiento ecuménico». «El Santo Padre ha entendido que el ecumenismo es un impulso de conversión, de camino de santidad y también tiene una dimensión pastoral muy fuerte y en esto él en muy sensible. El ecumenismo está cerca de los pobres, de los mártires, de los más necesitados…».
En esta línea, el director del Centro Ecuménico Julián García Hernando ha afirmado que «el ecumenismo es una llamada a la conversión personal y eclesial, a que cada uno descubra su propio misterio de ser cristiano y la propia realidad de la Iglesia a la que pertenece».