La catedral de Santa María la Real de la Almudena contará a partir del próximo curso con una capilla dedicada a san Juan Pablo II. Así lo ha decidido el Cabildo, que ha dado luz verde a un proyecto del estudio de arquitectura Cano y Escario.
SAN JUAN PABLO II Y MADRID
Madrid recibió a Juan Pablo II hasta en tres ocasiones, y siempre lo hizo con los brazos abiertos. La primera fue en 1982, en su primer viaje apostólico a España. Once años después volvió para dedicar la catedral de Santa María la Real de la Almudena y canonizar a Enrique Ossó. La última visita fue en 2003. Se encontró con los jóvenes en Cuatro Vientos –por quienes pidió para que fueran «apóstoles humildes y valientes del tercer milenio»–, y canonizó a Pedo Poveda, José María Rubio, sor Ángela de la Cruz, madre Maravillas de Jesús y Genoveva Torres. El Papa se despidió con un «hasta siempre, tierra de María».
La capilla se ubicará junto a la sacristía mayor y será una forma de recordar la estrecha relación del Papa polaco con Madrid, adonde viajó por primera vez hace 40 años, y con la propia catedral, que dedicó en 1993.
- 1.115 metros lineales de madera de cedro, que recuerda el compromiso de la Iglesia con la creación y la pasión de Karol Wojtyla por los bosques y las montañas.
- La roca, de más de una tonelada de mármol negro marquina, remite al primado de Pedro y a la continuidad apostólica.
- El banco central nace de la piedra natural y, ya pulido y en forma de barca, es signo de la Iglesia. En la proa se sitúa un cirio: es el cirio pascual, Cristo resucitado.
- Tres lámparas suspendidas del techo iluminan la capilla: aluden a la Santísima Trinidad.
- Los pórticos de madera, separados entre sí, transparentan la capilla originaria: es la Iglesia en marcha, en tradición y vibrantemente actual.
- Tras la foto oficial de san Juan Pablo II hay un confesionario; se mantiene el carácter penitencial de la capilla
Además de penitencial, la capilla es también peregrina, evocando al Papa viajero y a la vida cristiana como camino, pensada para el encuentro, con un recorrido direccional de entrada y salida.
Las imágenes retroiluminadas de los laterales son momentos reales de la vida del Papa, relacionados con la familia, los santos, los jóvenes…
Se incluye una ampolla con la sangre de san Juan Pablo II y un código QR para escuchar su voz y rezar con él.
En la intervención participan, junto a Cano y Escario (arquitectura y diseño), Grupo Gubia (carpintería), Factum Arte (piedra y banco de piedra), Intervento (imágenes retroiluminadas), Garrote (electricidad e iluminación), Cabbsa (trabajos complementarios) e Iralta Films (fotogrametría).
El proyecto, que se puede conocer en detalle en la web capillajp2.archimadrid.es, integra distintos elementos como la madera de cedro, en referencia al amor de san Juan Pablo II por la naturaleza; una gran piedra que habla del primado de Pedro; varias imágenes del propio Pontífice, o una ampolla con su sangre. Como el actual espacio, también tendrá carácter penitencial, pues mantendrá un confesionario.
La iniciativa, cuyo coste asciende a 200.000 euros, ha sido sufragada inicialmente con fondos propios del Cabildo, pero ya se ha habilitado una cuenta y en la web se incluirán otros métodos de donación para que todos los fieles puedan hacer su contribución. COLABORA