Con Jesús a Egipto ¡En marcha! es el lema con el que el domingo 26 de enero se celebra la Jornada de la Infancia Misionera. Como preparación a la misma, la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús (López de Hoyos, 73) acogerá el XIII Encuentro Diocesano de Infancia Misionera un día antes, el sábado 25 de enero. Dará comienzo a las 10:30 horas con una Eucaristía y continuará con juegos, vídeos, testimonios y comida compartida, hasta las 17:00 horas.
Carta del cardenal Osoro
En su carta con motivo de esta jornada, el cardenal Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, se dirige a todos los niños de la diócesis para explicarles que «este año, las Obras Misionales Pontificias nos animan a seguir creciendo con Jesús, y nos invitan a hacer un viaje muy enriquecedor, en el que podremos conocer otra cultura, otra lengua, otras formas de vida…». Porque, «en este segundo curso del cuatrienio que desde la Infancia Misionera en España se nos propuso, nos toca contemplar a Jesús niño en Egipto, donde junto a su familia tuvo que huir porque su vida corría peligro, a causa de la persecución».
Señala que «contemplando este acontecimiento en la vida de Jesús, vemos cómo José escuchó de nuevo en su vida la voz de Dios que le guía en todos los momentos importantes, y también caemos en la cuenta de que José y María tuvieron que dejarlo todo por el peligro que corrían, pero muy especialmente la vida de su hijo, el niño Jesús». «Se nos presenta también la oportunidad de contemplar la vida de tantas familias que tienen que dejarlo todo a causa de la persecución religiosas» o por «las necesidades de trabajo», o «por el hambre que pasan en sus lugares de origen»… Esas familias, prosigue, «experimentan en sus vidas la huida y, como Jesús, llegan a un lugar desconocido, una nueva cultura, una nueva lengua, dejando atrás su vida, sus amigos, sus casas, sus colegios… Esta es la vida de tantos niños y niñas hoy en día», señala, porque «también hay familias que tienen que huir de sus pueblos por decir sí a Jesús».
El purpurado recuerda a los «598 misioneros madrileños, sacerdotes, religiosos y religiosas, familias, laicos y laicas consagradas» que «sintieron la llamada de salir de su tierra para ir a muchos lugares en donde todavía no se conoce a Jesús. Con su ejemplo vosotros también podéis ser misioneros» y «ayudar a otros niños a conocer a Jesús», asegura. Porque «eres misionero cuando rezas por los niños que tienen que huir de sus países, cuando enseñas a rezar a otros niños o les animas a ir a catequesis… también eres misionero cuando acoges al que está solo, al que viene de otro país, cuando ayudas al que no sabe, cuando consuelas al que está triste…». Pero, añade, «también es importante ser generoso, aunque nos cueste un pequeño sacrificio». Por eso, anima a los pequeños a guardar una pequeña parte de sus ahorros para la Infancia Misionera.
«Pidamos a Jesús que nos enseñe a ser niños y niñas capaces de llevar la Buena Noticia del Evangelio a todos los rincones de la tierra», exhorta; «que seamos luz para los demás» y que, como María y José, «sepamos escuchar la voz de Dios en nuestras vidas y nos pongamos en marcha para proteger a los inocentes» y «dar cariño, consuelo y amistad a todas las personas que Dios ponga en nuestras vidas». Y pide a los pequeños a que el día de la Jornada de Infancia Misionera recen «un padrenuestro y un avemaría por todos los niños del mundo que no conocen a Jesús, para que un día puedan llegar misioneros a sus tierras que hablen de Él».
CON CARIÑO OS BENDICE.
DON CARLOS OSORO SIERRA, ARZOBISPO DE MADRID