El 2 de febrero, domingo, la Iglesia celebra la festividad litúrgica de la Presentación del Niño Jesús en el templo y la Purificación de la Virgen María
Día de la candelaria. Un día de Fiesta porque recordamos aquel día en el que José y María entraron con el Niño Jesús en el Templo de Jerusalén para cumplir con Él todo lo que mandaba el Señor: “Cuando se cumplieron los días de la purificación prescrita por la ley de Moisés, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor, como prescribe la ley del Señor” (Lucas 2, 22). Al entrar en el Templo, el anciano Simeón reconoce en este Niño al Mesías, y proclama de Él que es: “Luz para alumbrar a las naciones”.
La parroquia Virgen de la Paloma y San Pedro el Real (plaza Virgen de la Paloma, 1 y Toledo, 98) acogerá en esta jornada la tradicional presentación de los niños a la Santísima Virgen. Un acto organizado por la Real e Ilustre congregación de la Virgen de la Paloma que se remonta a 1796, y que se celebrará en la Misa de las 19:00 horas. Presidida por el párroco, Gabriel Benedicto, dará comienzo con una procesión de las madres con una vela encendida, por el interior del templo. A continuación se celebrará la Eucaristía. Y, a su término, se procederá a la bendición de los pequeños que serán presentados a la Virgen de la Paloma.
Los bomberos son los encargados de bajar todos los años el cuadro de la Virgen para la ceremonia de presentación de los niños. Como desde el pasado mes de diciembre se están realizando los trabajos de restauración del retablo, en esta ocasión el cuadro llegará directamente desde el taller donde ha sido reparado, y se colocará en el presbiterio para la ceremonia.
Desde hace unos años también las personas mayores piden ser presentadas en esta jornada a la Virgen, ya que en su momento no lo hicieron. Como recuerdo, reciben una estampa con los datos del día de su presentación.