El 26 de febrero, Miércoles de Ceniza, dará comienzo el tiempo litúrgico de la Cuaresma. La catedral de Santa María la Real de la Almudena acogerá a las 19:00 horas una solemne Eucaristía presidida por el Cardenal Don Carlos Osoro, arzobispo de Madrid. Durante la Misa se impondrá la ceniza a los fieles asistentes.
Tanto el Miércoles de Ceniza como el Viernes Santo son días de ayuno y abstinencia. Además, son días de abstinencia todos los viernes de este tiempo litúrgico (obligada desde los 14 años).
Se inician los 40 días en los que la iglesia nos llama a la conversión «conviértete y cree en el evangelio». Nos preparmos para vivir los misterios de la Pasión, Muerte y resurreción de Cristo en el triduo Pascual.
El miércoles de Ceniza nos abre las puertas al TIEMPO DE CUARESMA. Tiempo de desierto, de oración, de limosna, de ayuno y de reconciliación.
LA CUARESMA ES TIEMPO DE DESIERTO
El desierto que nosotros buscamos no es el desierto geográfico del sol y dunas de arena. Nuestro desierto es interior, alejàndonos de las distracciones que nos rodean. (móviles, redes sociales, reuniones, prisas…..)
El desierto que buscamos está en nosotros mismos, en nuestras mismas entrañas, ahí, es donde nos encontramos con nuestra verdadera realidad. fuera del ruido, con nuestro silencio, podremos oír su voz.
LA CUARESMA ES TIEMPO DE ORACIÓN.
Necesidad de hablar con Dios, de acercarnos a ÉL, sin máscaras del carnaval del día a día. Tiempo de hacernos humildes, reconociendo que no somos perfectos, que necesitamos alguien que nos escuche. Que nos acepte tal y como somos, con nuestras miserias y riquezas.
LA CUARESMA ES TIEMPO DE LIMOSNA
Tiempo de desprendernos de ese afán de tener y consumir, de vivir solo para nuestros intereses…… debemos comprender mejor la solidaridad cristiana y compartir lo que tenemos con los demás, en especial con nuestros hermanos necesitados.
LA CUARESMA ES TIEMPO DE AYUNO
Tiempo de ayunar de aquello que nos aparta de Dios……. Redes sociales, esa actividad frénetica, malos pensamientos, prisas por llegar a todo aquello, que no nos acerca a Nuestro Padre. Tiempo de Ayunar, no es sufrir, sino para ser conscientes de todo lo que nos sobra y que otros lo necesitan.
LA CUARESMA ES TIEMPO DE RECONCILIACIÓN
Tiempo de pedir perdón, sentirnos tambien perdonados y saber perdonar. Si Él, nuestro Padre Celestial nos perdona siempre, no cabe pensar, que nosotros guardemos rencor a nadie y no sepamos perdonar.
Tiempo de abrazar, en esa reconciliación, con aquellos, que nos han agraviado.
Recordad, tenemos 40 días para buscar nuestro desierto personal, para encontrarnos con la oración, compartir lo que tenemos, reconciliarnos con nuestros enemigos y con nosotros mismos.