El arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro, predicó este miércoles, 17 de marzo, la tercera y última de las charlas cuaresmales en la catedral de la Almudena, después de haber hablado el martes sobre el cuidado y la conversión, y el miércoles sobre la Eucaristía y «lo esencial» de ponerla en el centro de la vida. En esta ocasión, el cardenal se centró en la misión, que ha desarrollado en una amplia carta pastoral especial con motivo de la solemnidad de san José: San José: un maestro en la misión hoy.
Una misión que implica salida, todo lo contrario a «clausurarnos en nuestros propios intereses» que lleva a «convertirnos en unos discípulos de Jesús quejosos y quejumbrosos», sin la «pasión por anunciar la alegría del Evangelio». Así, san José, que hizo un camino de acompañamiento a María y a Jesús, «puede ser el santo que nos acompaña» para entrar «en todos los caminos, en todas las situaciones en las que se encuentren los hombres». Todo ello, siendo «discípulos audaces, creativos, cercanos».
La figura de san José «se sitúa en ese deseo de sentir la urgencia de salir y atrevernos a llevar la luz del Evangelio» con su misma prontitud. «Él no entendía, pero se fio de Dios y salió de sí mismo», describió el cardenal Osoro. Ese mandato del Señor, que hizo a los apóstoles y que continúa hoy haciendo, «id», «hay que hacerlo con alegría, que no es la del triunfo humano, sino la de «sentirnos amados».
Paradigma del cuidado
«En la Iglesia hay lugar para cada uno con su vida a cuestas», apuntó el arzobispo de Madrid utilizando palabras del Papa Francisco, y por eso animó a presentar una Iglesia que «es casa». La mirada del discípulo misionero, explicó, ve los signos de los tiempos, ve cada situación de la persona, y dice «quiero entrar en tu casa». Y lo hace como el buen pastor, «que asume la pedagogía del buen samaritano»: aquel que atiende al que está «tirado y apaleado» para «dedicarse a levantar, a curar, a acompañar, y a establecer un proyecto que termine con su deterioro».
Es la cultura del cuidado, que san José no olvidó y que se convierte en el nuevo paradigma ante el que ha situado la COVID-19. «Propongámonos cuidar a los demás», instó el cardenal, porque el «cuidado de los unos a los otros se impone como una necesidad» ante esta vulnerabilidad que ha revelado la pandemia. San José presenta el paradigma del cuidado como buena noticia evangélica. «Un cuidado que ha de ser integral, en todas las dimensiones de la vida, también la espiritual, la religiosa».
San José, destacó el purpurado, es «protagonista singular» del cuidado de Dios y del prójimo, «presta la vida para que Dios permanezca en este mundo». «Nos descubre –indicó– que se impone una evangelización que ha de iluminar los modos de relación con Dios, de relación con los otros y de relación con el mundo».
Servidores valientes y creativos
San José es también servidor del «misterio de la Encarnación». Como él, los discípulos de Jesús «somos servidores de la vida y no de la ruptura, del encuentro y no de los desencuentros, de la verdad y no de la mentira, de la defensa de la vida y no de la implantación de la muerte por ley», enfatizó el arzobispo.
En este mundo, reconoció, hay deseos de concordia, «la gente quiere paz, no quiere líos, no quiere enfrentamientos, no quiere rupturas», porque saben las consecuencias que esto tiene «especialmente para los pobres: mientras reñimos los demás, hay otros que a lo mejor se aprovechan». También hay deseos de respetar los derechos humanos, entre los que se encuentra «el derecho a creer, el derecho a hacer presente a Dios también en la vida».
«El desafío que tenemos en la vida es asumir esta espiritualidad misionera de servicio», aseguró el cardenal. Hoy «necesitamos dinamismos misioneros» en la vida de la Iglesia, y en este sentido san José, «que tuvo que hacer tantas cosas», enseña que «el problema no es el exceso de actividades, sino las motivaciones desde donde hacemos las cosas». Él lo hizo todo desplegando valentía y creatividad, «no se arredró ante las dificultades».
El arzobispo de Madrid terminó la charla recordando que «lo que le dijo Dios a san José nos lo dice en estos momentos: “Levántate, toma contigo el Niño y a su Madre”» para acercar «la persona misma de Jesucristo» a todos «los que nos rodean». Y concluyó enumerando una serie de palabras que vivió san José junto a Jesús y María y que «son nuestras»: perdón, reconciliación, misericordia, abajarse, amor de Dios.
Actos de Semana Santa
El arzobispo de Madrid presidirá este jueves, 18 de marzo, en la catedral un vía crucis con las cofradías y hermandades, organizado por los jóvenes cofrades, a las 19:30 horas.
El comienzo oficial de las celebraciones de la Semana Santa en Madrid se producirá este sábado, 20 de marzo, con el pregón de apertura a cargo de arzobispo emérito de Sevilla, cardenal Carlos Amigo, OFM. Será a las 19:00 horas, y podrá seguirse en directo por el canal de YouTube del Arzobispado.
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