Queridos hermanos y hermanas:
Cuando me dirigí a todos vosotros el pasado 11 de julio en la misa en la que me acogisteis como arzobispo de Madrid, os invité a un nuevo comienzo, agradecidos del camino ya recorrido, y dispuestos a seguir avanzando y emprendiendo, porque a ello nos empuja en cada momento el Espíritu Santo.
Esta carta, que os presento con el título Abriéndonos a un nuevo comienzo, tan sólo pretende servir para dar un primer impulso en el inicio de curso a la tarea de escuchar juntos, como comunidad diocesana que somos, la Palabra de Dios.
En ella he querido mostrar los principales ejes que, a la luz del camino que llevamos recorrido, me parece que son los que el Señor nos invita a potenciar, desarrollar y cuidar prioritariamente entre todos. Son pistas para la oración y para favorecer el diálogo. Son como las guías para seguir levantando la tienda que vislumbramos que el Señor nos propone levantar en esta porción del Pueblo de Dios que hoy por hoy peregrina en Madrid.
Es una semilla sencilla y pequeña que, si la sabemos cultivar, con la ayuda de Dios, confío en que podrá dar abundantes frutos de conversión, personal y pastoral, en cada uno de nosotros y en todas las realidades que forman la gran familia de la archidiócesis de Madrid.
Con el deseo de que os ayude os, envío un saludo y mi bendición,
+ José Cobo Cano
Arzobispo de Madrid