| En la ciudad santa, Jerusalén, la noche va dejando paso al primer día de la semana. Es un amanecer glorioso, de alegría desbordante, porque Cristo ha vencido definitivamente a la muerte. ¡Cristo vive! ¡Aleluya! En medio de la noche brilló una luz y al alba supimos que la vida vence y la muerte no tiene la última palabra. Feliz Pascua de Resurrección. Feliz amanecer de vida. Pido a Dios que te llene de su aliento del alba resucitada para que ninguna noche pueda oscurecer la verdad en tu vida. En este tiempo en el que la existencia se multiplica de fragancias y frutos y donde la esperanza se hace certeza, no olvides que la vía para encontrarnos con Él nace de saber perdonar, de visitar al olvidado, de rezar y llamar a los enfermos y a los que están solos… no podemos dejar de hacer florecer la vida. Nadie puede sustraerse a la fuerza de la Resurrección ni reservársela para sí. Feliz Pascua. P. Jesús Rodríguez Torrente Asistente Eclesiástico de Ayuda a la Iglesia Necesitada |