¡De la mano de María ponte en camino, levántate y no dejes de mirar adelante!
La Iglesia que camina en Madrid te agradece de corazón este trozo de camino que hemos compartido estos días en la JMJ. Gracias al Papa Francisco que nos ha convocado y a ti , que has respondido, ha sido posible recorrer un camino profundo y hondo. Has recibido un regalo en el corazón para vivir de verdad, para profundizar en la fe y para sentirte, con el Papa, parte de esta Iglesia. Has sido testigo de una experiencia que brota de la oración para poder «ocar» una alegría diferente y nueva. Y también del encuentro con los que el Señor te ha puesto en este camino, incluso con los que no conocías. Esto ha sido posible también gracias al trabajo oculto de muchos que agradecemos inmensamente.
Ahora es momento de no perder la oportunidad. Estos días posteriores a la JMJ no dejes de acoger y dar vueltas desde el corazón a lo que Dios te ha señalado. Saca ratos para anotar, recordar, orar y pedir y agradecer lo que se ha entregado.
Si puedes háblalo, compártelo con tus amigos, en tu grupo de referencia o con tus acompañantes en la fe. Eso nos ayudará a todos. Pronto te enviaré unas propuestas para hacerlo concretamente.
Es hora de compartirlo, de ahondarlo y de dar testimonio de cuanto Jesús te regala.
Para recopilar todo esto y contarlo a los que no han podido venir, anota un encuentro en el que daremos un empujón a cuanto se te ha entregado. Te necesitamos el 7 de Octubre por la tarde en un encuentro que tendremos para para recoger lo vivido y hacerlo testimonio para todos, también para quienes no han podido venir. Gracias por hacer posible este momento tan especial de Iglesia universal y de Iglesia diocesana. No dejes de seguir este camino en el que te has levantado.
Buen verano y gracias por ser parte de esta Historia que continúa.
Un abrazo de tu obispo y de tus compañeros y compañeras de camino.
Somos una congregación viva que participa de manera activa en la vida de la Diócesis de Madrid, ya que su principal función es acercar al Señor a todas las personas, mostrándoles como mediadora para llegar a Él a la Santísima Virgen, en su advocación de la Almudena.