¿Qué nos dice Dios frente al sufrimiento y el dolor provocado por la pandemia? Fue la cuestión a la que trató dar respuesta el pasado sábado el arzobispo de Madrid, el cardenal Osoro, durante la ponencia inaugural del Seminario Internacional de Bioética, organizado por la Academia Latinoamericana de Líderes Católicos junto al Instituto de Bioética de Universidad Finis Terrae de Chile, la Universidad Católica Lumen Gentium de México y la Universidad Católica de Bogotá.
Al evento se apuntaron más de 800 personas de 25 países de América y Europa. Entre los asistentes se encontraba gente de la talla de monseñor José María Rossi, arzobispo emérito argentino; Álvaro Rodríguez, ex superior general de los Hermanos Lasallistas; Margarita Zavala, excandidata presidencial de México; Carmen Sánchez Caraza, ex concejal de Madrid, o Eduardo Marques Almeida, representante del Banco Interamericano de Desarrollo en Honduras.
Ante todos ellos, el cardenal Osoro aseguró que «la humanidad vive de adjetivos –bueno, malo, importante…–» e invitó a recuperar «dos palabras necesarias», dos sustantivos que «hemos perdido» y que «Jesús nos entrega en el padrenuestro: “hijos” y “hermanos”».
Si la humanidad «quiere defenderse de las pandemias y no quiere olvidarse de nadie, tiene que saberse que somos hijos de Dios, y precisamente por eso, somos hermanos de todos los hombres. Para liquidar todo tipo de pandemias, debemos recuperar estos dos sustantivos: hijos y hermanos», subrayó el arzobispo de Madrid.
Cerca del que sufre
Para los cristianos, continuó el cardenal Osoro, «no hay nadie extraño, por más lejano que esté». De esta forma, si alguien «lo está pasando mal, yo me debo a esa persona y debo poner los medios necesarios para que les llegue la noticia de que Dios le sigue cuidando a través de nosotros».
Pero «ante la pregunta de “¿cómo puedo ayudar a las personas y las familias que están sufriendo?” La respuesta es: “¡Estad cerca de ellas! Cerca de las familias, de los enfermos. Encontraos con ellos”. Ahí tenemos que ir», pidió.
Coloquio con los participantes
La conferencia concluyó con un coloquio con los participantes, que en buena medida preguntaron al arzobispo de Madrid por la vocación de los cristianos. «Nuestra vocación es entregar el rostro de Nuestro Señor a la gente con un corazón abierto». «Hemos de tener el corazón de Cristo abierto a todos, porque todos caben en él». Pero no se trata de ir «a conquistarlos», vamos, como Cristo, a sanarlos. Jesús no curó a los leprosos para que se hicieran sus seguidores».
El cardenal Osoro también insto a «brindar misericordia», que «es seguir las huellas de Cristo, saber adelantarse, tomar iniciativas sin miedo, salir al encuentro de los que están más alejados y estar con ellos».
Los sábados entre junio y agosto
El Seminario Internacional de Bioética se continuará celebrando de forma online todos los sábado de junio a agosto. En las próximas sesiones se abordarán temas como el sufrimiento, el dolor, la muerte, la biopolítica, la salud mental ante la pandemia o los criterios bioéticos para la atención de pacientes.