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Entre tanta incertidumbre, celebramos este año el día del Corpus Christi, fiesta central en la vida de la Iglesia y de los creyentes

Jesús quiso quedarse en medio de nosotros y para ello eligió las especies del pan y el vino. Por eso celebrar el Cuerpo y la Sangre de Cristo es celebrar su presencia en medio de todos nosotros. Recibirlo, es estar en comunión con el.

Pero es comprometernos con nuestra fe, con nuestra vida, con los más necesitados, con su palabra que nos ilumina cada día. Con aquellos que están junto a nosotros y muchas veces nos da ganas de estar más lejos que de cerca. Con los que nos necesitan de forma especial, porque comparten nuestra forma de ser, de vivir y de actuar.

Recibir el Cuerpo de Cristo, es tener la fuerza del Señor para poder vivir siendo sus testigos. Testigos de ese amor que a él le llevo hasta dar su vida en la cruz. Testigos de ese evangelio, que nos hace de verdad sentirnos hermanos.

Por eso, participar de la vida de la congregación y vosotros muy especialmente los que pertenecéis a estas hermandades, es vivir como hermanos, es saber, que no solamente nos juntamos para un acto concreto. Es saber, que estamos dispuestos a compartir, a dar de lo que somos y de lo que tenemos. Hacer de nuestra vida todo ese encuentro de hermandad que hace que los que estén a nuestro lado, a través de cada uno de nosotros, pueda reconocer a través de cada uno de nosotros, pueda reconocer como Dios nos ama.

Por eso, el Corpus Christi es el día del amor, el día de la Caridad, el día de encuentro de hermanos que nos hacen siempre estar dispuestos a ir más allá de lo que humanamente podemos.

En este tiempo tan difícil, nosotros estamos siendo testigos del amor y por mucho que quieran decir, la Iglesia está dando todo lo que es y lo que tiene. Está compartiendo y desde ese sentirse hermanos, estamos haciendo posible que se reconozca que vivimos el Evangelio de Jesús, porque le recibimos en comunión, porque nos alimentamos con su cuerpo y con su sangre.

Un abrazo muy fuerte en este día del Corpus Christi, en el que una vez más, sentimos el orgullo de saber que Dios nos ama como Padre y nos alimenta y nos quiere ver que vivimos como hijos Unidos en el espíritu de la Iglesia,en el Cuerpo y la Sangre de Jesús.

D. Jesús Junquera.

Responsable de actos Institucionales de la Diócesis de Madrid

Canónigo de la Santa Iglesia Catedral.

Real Esclavitud de la Almudena

Somos una congregación viva que participa de manera activa en la vida de la Diócesis de Madrid, ya que su principal función es acercar al Señor a todas las personas, mostrándoles como mediadora para llegar a Él a la Santísima Virgen, en su advocación de la Almudena.