Mercedes
La existencia de una imagen de piedra en la Cuesta de la Vega, donde según la leyenda se halló la Virgen de la Almudena, es muy antigua.
Hay constancia de una Cédula del Rey Católico, de 1512, concediendo a Madrid licencia para echar sisa hasta en cantidad de 15.000 maravedís, a fin de hacer un humilladero en la Puerta de la Vega y empedrar los dos caminos que a ella conducían. El 29 de octubre de ese año los miembros del Concejo acordaron que la sisa de los quince mil maravedís fueran para el umilladero de puerta de Alvega. Según Timoteo Domingo Palacio –archivero de la Villa en 1909– este humilladero estaría indudablemente dedicado a la Virgen de la Almudena.
Cuenta Enrique Repullés, uno de los arquitectos de la Catedral, que el cubo de la muralla donde según la tradición fue hallada la imagen se derribó en 1707, en tiempos de Felipe V, de modo que en otra torre cercana se colocó en una hornacina una imagen de piedra representándola vestida, tal y como se hallaba entonces (la Almudena estuvo cubierta con vestidos desde 1640 a 1890, año en que el obispo mando retirarlos para que se pudiese ver la talla original).
Entre 1829-1831 el muro donde se encontraba la hornacina fue restaurado bajo la dirección del arquitecto municipal Francisco Javier Mariátegui. Debajo, se colocó la inscripción: «En el año de 1085 se apareció la imagen de María Santísima de la Almudena dentro del cubo que había en este sitio; y para memoria de tan dichosa aparición, el Excelentísimo Ayuntamiento ha ejecutado esta obra, año de 1830». La imagen es conocida gracias a la fotografía de Jean Laurent, La Cuesta de la Vega, datada entre 1860-1886.
“Madrid. Cuesta de la Vega”. J. Laurent (1860-1886). Archivo Ruiz Vernacci (IPCE)
A finales del siglo XIX, al comenzar las obras de la Catedral, en los terrenos cedidos por la Corona entre la Cuesta de la Vega y el Palacio Real, se construyó un nuevo muro de contención, mirando al sur, y en él un nicho donde se colocó la estatua otra vez, con la intención de recordar el origen de la Virgen de la Almudena. La imagen, deteriorada debido al paso del tiempo, se sustituyó por otra igualmente de piedra, que estuvo desde 1870 a 1936.
Esta escultura, como se aprecia en las fotografías de la época, estuvo adornada con una corona de metal dorado con piedras de colores, de autor anónimo, que había sido realizada en 1812, que hoy se conserva en el Museo de la Catedral.
Nuestra Señora de la Almudena vestida con el traje donado por la reina María Luisa de Parma en 1786 y la corona que estuvo en la Cuesta de la Vega. Museo de la Catedral.
La imagen sufrió grandes desperfectos durante la guerra. En el Museo de Historia de Madrid, antes Museo Municipal, se conservan unos interesantes restos, dos bloques de piedra caliza que corresponden al manto de la Virgen.
Estuvieron un tiempo en el jardín del museo. En la actualidad se encuentran en el almacén a la espera de nuevos datos y acaso un proyecto de su exposición al público.
Según el expediente de ingreso «un bloque de piedra que era parte del manto de la desaparecida imagen de Nuestra Señora de la Almudena… llegó al museo en el año 1949 como donación del Obispado». En realidad se trata al menos de dos fragmentos.
Observando detenidamente los dibujos de estos restos y las fotografías conservadas parece que se trata de una parte de la zona izquierda inferior y de la superior derecha, hay detalles del bordado del manto que se aprecian muy bien.
Virgen de la Almudena en la Cuesta de la Vega (1926, foto “Por esos mundos”) y fragmento del manto conservado en el Museo de Historia de Madrid en la actualidad.
Sustituyendo a esta imagen, el 7 de noviembre de 1941 se instaló la nueva escultura, obra de Fernando Valero. La Virgen recuperó su aspecto original, sin manto.
Muro de contención anterior a la construcción del Museo de Colecciones Reales (foto 2005)
Recientemente, en 2013, ha sido nuevamente sustituida. Durante las obras de construcción del Museo de Colecciones Reales, desaparecido el antiguo muro de ladrillo, en la actual fachada sur del museo se construyó una nueva hornacina y se encargó una nueva estatua, similar a la anterior. Esta última, que recordemos había sido instalada en 1941, fue donada por el entonces arzobispo de Madrid don Antonio María Rouco Varela a la parroquia del pueblo de Navacerrada, donde se encuentra actualmente, en una pequeña ermita o humilladero dedicado a la Patrona de Madrid en el jardín a la salida de la iglesia.
En octubre de ese mismo año 2013 se bendijo la nueva imagen en la Cuesta de la Vega. La inscripción Imagen de María Santísima de la Almudena, ocultada en este sitio el año 712 y descubierta milagrosamente en el de 1085, sigue mostrándose.
Con todo mi agradecimiento al Museo de la Catedral de la Almudena y al Museo de Historia de Madrid por su ayuda.
NOTA:
Esta entrada, como la dedicada al Origen de La Virgen de la Almudena, es resumen de otro capítulo de mi trabajo «La Virgen de la Almudena. Historia, leyendas y representaciones de la imagen venerada en la Catedral de Madrid» publicado en El Mundo de las Catedrales, Colección del Instituto Escurialense de Investigaciones Históricas y Artísticas, nº 62, San Lorenzo del Escorial, 2019.