La archidiócesis de Madrid se encuentra conmocionada por la muerte del Papa emérito Benedicto XVI este sábado, 31 de diciembre, a las 9:34 horas. «La archidiócesis de Madrid, que él visitó, reza por su eterno descanso. D. E. P.», ha subrayado el arzobispo de Madrid en su cuenta de Twitter al poco de confirmarse la noticia.
El cardenal Osoro, que antes de llegar a la capital fue arzobispo de Valencia de la mano del propio Benedicto XVI, ha dado las gracias al Señor por haberle puesto «al frente de la Iglesia como sucesor de Pedro» y ha incidido en que «tuvo pasión por la verdad, claridad en la transmisión de la fe y un profundo amor a la Iglesia»
Gracias, Señor, por haber puesto al frente de la Iglesia como sucesor de Pedro al Papa Benedicto XVI. Tuvo pasión por la verdad, claridad en la transmisión de la fe y un profundo amor a la Iglesia. La archidiócesis de Madrid, que él visitó, reza por su eterno descanso. D. E. P.
También poco después las campanas de la catedral de Santa María la Real de la Almudena han tocado a difunto para dar a conocer el fallecimiento al pueblo de Madrid.
El Vaticano ha confirmado que la capilla ardiente se abrirá desde el próximo lunes, 2 de enero, y que el Papa Francisco presidirá el funeral el próximo jueves, 5 de enero, a las 9:30 horas en la plaza de San Pedro.
Una vida de entrega
Joseph Ratzinger nació pocas horas antes del Domingo de Resurrección, un 16 de abril de 1927, en la localidad de Marktl am Inn, en la diócesis de Passaunació en Alemania. Como cuenta Alfa y Omega en su especial, fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1951 y después se convirtió en un joven profesor de Teología Fundamental, en contacto con grandes teólogos.
En 1977 fue nombrado arzobispo de Múnich y Frisinga, donde tomó posesión el 28 de mayo. Un mes después, el Papa Pablo VI lo creó cardenal. Un año más tarde, en 1978, participó en sus dos primeros cónclaves, el de Juan Pablo I y Juan Pablo II, de quien fue un estrecho colaborado. Tras su reconocida labor como prefecto de Doctrina de la Fe elegido Papa el 19 de abril de 2005.
Durante su pontificado, como también recoge nuestra publicación, escribió tres encíclicas, firmó cuatro exhortaciones apostólicas, publicó los tres volúmenes de su obra Jesús de Nazaret y realizó 24 viajes apostólicos fuera de Italia, y otros 24 en el interior del país. Presentó la renuncia el 28 de febrero de 2013.
Su doctrina —escribe el rector de la Universidad San Dámaso, Javier Prades, en este otro artículo— «ofrece un testimonio continuo sobre la apertura de la razón humana, en la búsqueda constante de la verdad para vivir en libertad y hacer el bien».
La huella de la JMJ
En Madrid, el Pontífice alemán siempre será recordado por la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). «Gracias por vuestra alegría y resistencia. Vuestra fuerza es mayor que la lluvia», dijo a los casi dos millones de jóvenes concentrados en Cuatro Vientos el 20 de agosto de 2011, después de que una tormenta de verano le obligara a suspender su intervención en uno de los actos centrales. «Igual que esta noche, con Cristo podréis siempre afrontar las pruebas de la vida», insistió tras el posterior rato de adoración al Santísimo.
En términos parecidos, el propio Benedicto XVI escribió una carta el año pasado al que fuera arzobispo durante la JMJ, cardenal Antonio María Rouco Varela, en la que destacaba que «una Iglesia en la que tantos jóvenes se reúnen alegres en torno al Señor no tiene nada que temer respecto a su futuro, aun cuando sobrevenga un chaparrón que intente disgregarlo todo».
En el acto con motivo del décimo aniversario de aquellas jornadas, el actual arzobispo, cardenal Osoro, aseguró que «seguimos firmes en la fe», como decía el lema, y remarcó que «tenemos que salir y seguir anunciando el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo».
En esta línea, el cardenal Rouco Varela destacó que «toda la diócesis se movilizó» y detalló que el lema, Arraigados y edificados en Cristo. Firmes en la fe, «tenía mucho que ver con el tiempo», con una «juventud muy indiferente, tocada por la crisis económica, con perspectiva de futuro no clara, muy poco discutidora».
Más recuerdos de 2011
Viaje apostólico a Madrid (España)
con motivo de la
XXVI Jornada Mundial de la Juventud
(18-21 de agosto de 2011)
¿Qué queda de la JMJ Madrid 2011 diez años después?
En la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid, Benedicto XVI animó a «afrontar las pruebas de la vida» con Cristo. Una década después, Alfa y Omega reúne a cuatro jóvenes participantes
La Universidad CEU San Pablo ha acogido este miércoles, 29 de septiembre, la presentación de Huellas de una tormenta (Palabra), el libro en el que el periodista Pedro José Rodríguez-Rabadán recuerda la JMJ Madrid 2011. Según ha relatado, pretende «rememorar» aquel encuentro cuando se cumple su décimo aniversario, ayudar a «hacer un poco de introspección» y servir «a los jóvenes de hoy».
POR Goyo Roldán Fue delegado de Infancia y Juventud y secretario general de la JMJ Madrid 2011
Una sola alma
29 de Julio de 202
Han pasado diez años de la inolvidable JMJ Madrid 2011. Fue posible por una rica tradición evangelizadora de y en nuestra diócesis. Una Iglesia que vive la fe en Jesucristo, que sigue arraigada y edificada en Él. Aquellos días fueron la realización de un sueño que nace en el caminar de la pastoral de juventud, orientada por su obispo diocesano, el cardenal Antonio María Rouco Varela, allá por el año 2002, cuando jóvenes madrileños peregrinaron a Toronto con motivo de la JMJ.
Un recuerdo agradecido
29 de Julio de 2011
Si «veinte años no es nada», como cantaba Carlos Gardel, diez son solo una página en el Quijote. Pero, ¡menuda página!
Creo que expreso una experiencia universal de los que trabajamos en la JMJ 2011 si digo que la primera palabra que viene a los labios es gracias. Dimos mucho –todo lo que pudimos–, pero recibimos infinitamente más. Vimos la acción de Dios en muchos momentos, ganamos amigos de por vida, aprendimos muchas cosas que quizá nunca aplicaremos de nuevo… Ciertamente nos cambió.
Artículo recordatorio de Goyo Roldán, delegado de Infancia y Juventud y secretario general de la JMJ Madrid