La inauguración del encuentro el domingo 15 de septiembre, ha dado buena muestra del empeño de las principales religiones y las autoridades civiles por «practicar el arte del diálogo, que es camino seguro hacia la paz», tal y como ha asegurado la responsable de Sant’Egidio Madrid, Tíscar Espigares.
Distinguidos representantes de las Iglesias y comunidades cristianas y de las grandes religiones del mundo, hombres y mujeres de buena voluntad que participáis en este encuentro, la gran tarea de la paz también ha sido puesta en nuestras manos. Que el Dios de la paz nos dé abundancia de sabiduría, audacia, generosidad y perseverancia.
Mensaje del Papa Francisco a los participantes del Encuentro Internacional ‘Paz sin Fronteras’
Mensaje completo del Papa Francisco
El primero en hablar ante un abarrotado Palacio Municipal de Congresos ha sido el anfitrión, el arzobispo de Madrid. El cardenal Osoro ha destacado que «somos personas para la relación, llamados a tratar al otro como un verdadero hermano» y así a «ser protagonistas para no ir unos contra otros, sino ir juntos hacia los otros». También ha reclamado «pasillos humanitarios en todas las situaciones en las que las personas estén amenazadas en sus derechos».
Nuestro encuentro hoy tiene un significado singular. Nos hemos reunido aquí en Madrid personas llegadas de diferentes partes del mundo con una tarea: la paz. Es decir, vincular nuestra vida y esfuerzos a construir la cultura del encuentro, haciendo este trabajo con realismo encarnado, no desgajados de la memoria pero sin buscar refugios culturales a quien nos funda; viviendo desde un universalismo integrador a través del respeto a las diferencias; en el ejercicio del diálogo, abriendo siempre espacios de encuentro y desde una apertura a la vivencia religiosa con un compromiso personal y social. Gracias, Señor, por estos días que iniciamos de encuentro, reflexión y compromiso.
Homilía del cardenal Osoro en la Misa inaugural de ‘Paz sin Fronteras’ (15 septiembre 2019)
Homilía completa
Entre el público asistente, además de numerosos representantes del resto de confesiones cristianas y de otras religiones, se encontraban la ministra de Defensa, Margarita Robles; la consejera de Presidencia de la Comunidad de Madrid, María Eugenia Caballedo, y la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís. En representación del Ejecutivo central, Robles ha mostrado su confianza en que Paz sin Fronteras sea un «éxito» porque «no hay nada más noble en el mundo que trabajar y luchar por la paz».
Andrea Riccardi, fundador de la Comunidad de Sant’Egidio, ha reconocido que las fronteras «identifican a los países y son para las identidades nacionales como las paredes de la casa que dan intimidad e identidad a una familia» y también existen entre iglesias por sus «experiencias espirituales y contenidos teológicos diferentes», pero el problema es que muchas veces «están impregnadas de odio, fragmentan el mundo y crean un insidioso clima de conflicto». No podemos acostumbrarnos a las guerras, –ha remarcado–sino que hay que entender que «los pueblos tienen todos un destino común» y ahí se torna fundamental «el humanismo espiritual». El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, ha pedido tener muy presentes estos días a los 71 millones de personas refugiadas, solicitantes de asilo y desplazadas del mundo. Por su parte, Jeffrey D. Sachs, asesor de las Naciones Unidas para los Objetivos de Desarrollo del Milenio, ha apostado por el «desarrollo sostenible» y ha lamentado que, a pesar de que hay recursos suficientes para acabar con la «extrema pobreza en este planeta» y dar educación a todos los niños, ni se está haciendo, ni los que más tienen parecen dispuestos a hacerlo.
La segunda parte del acto ha arrancado con la intervención del presidente de República Centroafricana, Faustin-Archange Touadéra, quien ha hablado del camino de reconciliación que ha iniciado su país y del sueño de un continente en paz. «No habrá estabilidad ni desarrollo de África sin Europa, ni habrá estabilidad de Europa sin África», ha advertido.
También ha participado en la apertura el rabino jefe de Tel Aviv, Israel Meir Lau, que fue testigo del Holocausto y cree que, como en el pasaje del pecado original, «debemos preguntarnos dónde estábamos». «Cuando ves horror, cuando ves violencia… ¿dónde estás tú?», ha abundado.
En esta línea, el metropolita ortodoxo ruso Hilarion ha lamentado «la escalada de la violencia» a veces incluso en nombre de Dios. «Ningún crimen puede ser cometido en nombre de Dios, porque Dios es un Dios de paz».
Ha cerrado el acto el rector de la Universidad de de Al-Azhar en Egipto, Mohammed Al-Mahrasawi, quien ha destacado que «el terrorismo no tiene religión, no tiene nacionalidad». Ha explicado que «no es cierto que el islam sea terrorista», pues «su mismo nombre viene de paz» y hace un «llamamiento a la paz ilimitada», que empieza por estar bien con uno mismo. «Si encuentra paz interior conseguirá paz con su familia, su comunidad, su país…»