Madrid vive ya inmersa en el Año Santo de san Isidro, que el arzobispo de la diócesis, cardenal Carlos Osoro, abrió el pasado domingo, 15 de mayo. Pero su nombre no se queda en la capital, porque «no hay pueblo de España donde no haya una ermita o una imagen de él en una iglesia parroquial». Lo ha explicado en Ecclesia de TRECE monseñor Juan Antonio Martínez Camino, SJ, obispo auxiliar de Madrid y miembro de la comisión organizadora del año santo. Es más, «allí donde ha ido la Iglesia evangelizando desde España» ha llegado también la devoción a este hombre, patrón de los labradores.
«Un santo muy popular» que «era parte del pueblo de Madrid», ha manifestado el prelado, en un momento en el que la villa recupera su vida cristiana después de siglos de dominación musulmana. Con al menos 850 años de devoción, Isidro llevaba el nombre «del gran padre de la Iglesia de Sevilla, san Isidoro de Sevilla». Se casó con una vecina de Torrelaguna, María de la Cabeza, y tuvieron un hijo. Quizá sea, ha reconocido el obispo auxiliar, el matrimonio santo más antiguo conocido y venerado, que «refleja muy bien lo que la Iglesia siempre ha sabido» y el Concilio Vaticano II «ha subrayado»: que «todos podemos ser santos», no solo los religiosos o los sacerdotes.
Es más, «todos lo somos; somos santos porque Dios en el Bautismo nos ha dado parte en su vida». Tanto es así que San Pablo «llamaba santos a los cristianos de Roma». Porque ser santo no es simplemente ser «bueno o solidario», es «participar de la vida del único Santo», que es Dios. Pero lo que «ya somos, hay que vivirlo, y eso es lo que gente como san Isidro y santa María de la Cabeza han vivido con una alegría y con una profundidad tremenda», ha destacado monseñor Martínez Camino.
400 años de su canonización
Este año jubilar, concedido por el Papa Francisco a la diócesis de Madrid con motivo de los 400 años de la canonización del santo patrono, es un momento óptimo para acercarse a la vida de este hombre sencillo. Así lo ha expresado el obispo, que ha avanzado algunas de las propuestas, como la veneración del cuerpo incorrupto del santo durante nueve días, a partir del próximo sábado, 21 de mayo, cuando se procederá a la apertura solemne del arca en la que se encuentra.
El hecho de que el cuerpo se mantenga en este estado, ha incidido, «es un signo de la santidad de aquel hombre» y de la presencia de Dios. Porque Cristo «no nos deja solos, Él está con nosotros de muchas maneras, y una muy importante es en los santos». Aquellas gentes del Mayrit de san Isidro, que hizo «la vida ordinaria de modo extraordinario», «podían encontrarse con Cristo». Y aún hoy en día, el santo va a posibilitar «acercarnos más a Dios, a la confianza en Dios, a la oración en el trabajo y al trabajo […] como modo de dar gloria a Dios y de servir a los hermanos».
Ruta de san Isidro
Además de la veneración del cuerpo del santo, son otras muchas las actividades preparadas para este jubileo. Entre ellas, la ruta de san Isidro, que comienza en la capilla de san Isidro y concluye en la ermita de Santa María la Antigua (Carabanchel). Durante las dos o tres horas de duración se pasa por otros lugares emblemáticos en la vida del patrón de Madrid, como la colegiata y la ermita del santo.
Se trata de una peregrinación, en palabras del delegado de Familia y Vida de la diócesis, José Barceló, también en el programa Ecclesia de TRECE; «un movimiento interior a través del propio relato histórico» y de los cantos que hace que el peregrino se sitúe ante su propia vida. El proyecto ha sido puesto en marcha por las delegaciones episcopales de Laicos, Familia y Vida, Jóvenes y Enseñanza, junto a la Vicaría VI.