Unidos con María, llamados a la misión es el lema con el que Madrid celebrará el próximo 7 de diciembre, sábado, la tradicional vigilia en honor a la Inmaculada Concepción. La oración dará comienzo a las 21:00 horas en los siguientes templos:
- Catedral de Santa María la Real de la Almudena (Bailén, 10). Presidida por el cardenal Carlos Osoro, arzobispo de Madrid.
- Basílica Hispanoamericana de la Merced (Edgar Neville, 23). Presidida por el cardenal Antonio Mª Rouco Varela, arzobispo emérito de Madrid.
- Santuario de María Auxiliadora (Ronda de Atocha, 25). Presidida por monseñor Juan Antonio Martínez Camino, SJ, obispo auxiliar de Madrid.
Carta pastoral
En una carta con motivo de esta jornada, el cardenal Carlos Osoro recuerda que « Junto con toda la Iglesia, nos alegramos y gozamos al celebrar un año más esta solemne Vigilia de la fiesta de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. Lo hacemos dentro del curso pastoral que ha comenzado con el Mes Extraordinario Misionero, convocado por el papa Francisco para toda la Iglesia. Por eso el lema que hemos elegido para esta Vigilia de 2019 es: Unidos con María, llamados a la misión.
Unidos a María para contemplarla una vez más como aquella que acoge la llamada del Señor y responde, generosa y radicalmente, a la misión que se le encomienda, dando su sí y fiándose de forma absoluta del Plan de Dios hasta sus últimas consecuencias.
María, después de pronunciar su Sí al Ángel, se puso en camino, al igual que la Iglesia, después de Pentecostés, se puso en camino para ir de Jerusalén a Roma. Ese mismo itinerario es el que queremos recorrer como iglesia diocesana en este primer año del Plan Diocesano Misionero. Unidos a María, vamos a dejarnos guiar por el Espíritu Santo, al igual que hicieron los apóstoles Pedro y Pablo, y también los primeros evangelizadores como el diácono Felipe. Como ellos, cada uno de nosotros y nuestras comunidades cristianas, queremos salir al encuentro de todas aquellas personas que tienen sed de Dios.
Unidos a María, para contemplarla de nuevo en el hogar de Nazaret, con el deseo de que nuestras comunidades y toda la Iglesia que peregrina en Madrid, se convierta “y viva” como “comunidad cristiana de corazón misionero».
Unidos a María, para contemplarla como Madre de la Iglesia y pedirle que nos haga sentir y vivir como miembros vivos del Cuerpo de Cristo, como piedras vivas de este edificio espiritual en el que hemos sido integrados desde el día de nuestro bautismo. De esta manera, haremos posible que cada comunidad cristiana de la iglesia diocesana avance hacia esa sinodalidad querida por el Señor y por la que tanto trabaja y tanto alienta el papa Francisco. En nuestro Plan Diocesano Misionero, meditaremos algunos pasajes del libro de los Hechos de los Apóstoles donde encontraremos el testimonio de aquella primera comunidad que, teniendo un solo corazón y una sola alma y alentada por la fuerza del Espíritu, se puso en camino y llevó el Evangelio a todos los confines del orbe entonces conocido.
Desde el primer instante en el que comenzó la Iglesia su misión, ahí estaba María, perseverando con los Apóstoles en la plegaria. Unidos a María Inmaculada, en esta Vigilia, pidamos la gracia para que, personal y comunitariamente, perseveremos en la misión a la que hemos sido llamados, y que el Evangelio de Jesús siga llenando de alegría y de esperanza a un mundo que necesita ser iluminado por la luz que viene de lo alto y llena de paz a toda la tierra».