Durante la celebración de la Eucaristía en la fiesta de Nuestra Señora de la Almudena, patrona de Madrid, el alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida, ha pronunciado el tradicional Voto de la Villa. Los votos son promesas o peticiones que se hacen a Dios, a la Virgen o a algún santo pidiendo una especial intercesión y protección.
En Madrid, la tradición del voto ante la Virgen se data por primera vez en el año 1438. En ese momento, los gobernantes de la ciudad lo hicieron para pedir la intercesión de María ante una peste que asolaba la región. Otro hito histórico importante ocurrió algo más de 200 años después. Corría 1646 y las lluvias ocasionaron grandes inundaciones en la ciudad. Tras ellas, el Concejo de la Villa de Madrid pronunció un «voto de la villa», en el que confirmaba el «patronazgo de la Virgen de la Almudena como protectora e intercesora por siempre jamás».
Este año, 2023, el alcalde de Madrid se ha acercado a la Nuestra Señora de la Almudena «para implorar tu asistencia en esta catedral que es hoy el corazón de una ciudad, Madrid, que es, a su vez, el corazón de toda la nación». Ha comenzado Martínez-Almeida haciendo memoria del día en que la Virgen de la Almudena fue coronada en el año 1948 en la plaza de la Armería: «Los noticieros y crónicas de la época dan testimonio de la gran muchedumbre de madrileños que llenaron la calle de Bailén, la Plaza de Oriente y muchas de las calles adyacentes», ha recordado.
«Os ruego, en nombre de todos los madrileños, en primer lugar, que amparéis y guieis a nuestro nuevo arzobispo, monseñor José Cobo», ha pedido, «para que durante muchos años sirva al Evangelio de Vuestro Hijo con fidelidad y al pueblo de Madrid con solicitud paternal» y para que no le falten «fuerza y sabiduría».
La segunda de las peticiones del alcalde a Nuestra Señora ha sido en referencia a las familias madrileñas: «para que se mantengan unidas» y los madrileños del futuro puedan en ellas nacer y vivir. Además, no ha querido perder la oportunidad de pedir en especial «por una familia madrileña», ha dicho, la Familia Real, «para que sigan desempeñando la misión que les encomienda la Constitución como símbolo de la unidad de España y de la permanencia de sus instituciones».
Ha finalizado el regidor pidiendo por los madrileños, para que estén alerta «para atender las necesidades de los más débiles»; para que la ciudad de Madrid, «lanzada sin miedo a todo lo que de bueno pueda traernos el futuro, no olvide nunca sus raíces, sus tradiciones, su fe y su esencia propia»; para que se preserven «los destinos de España» y, por último, ha pedido por los gobernantes, «por mí el primero», ha dicho, para que no olviden que «a quien mucho se le ha dado, mucho le será exigido».